Decálogo: Kurt Vonnegut








1. Utiliza el tiempo de un completo desconocido de forma que él o ella no sienta que lo está  malgastando.

2. Dale al lector al menos un personaje con el que él o ella se pueda identificar.

3. Todos los personajes deben querer algo, aunque sea un vaso de agua.

4. Cada frase debe hacer una de estas dos cosas: revelar un personaje o hacer que la acción avance.

5. Empieza tan cerca del final como te sea posible.

6. Sé sádico. No importa cuán dulces e inocentes sean tus protagonistas, haz que les pasen cosas  horribles (para que el lector compruebe de qué madera están hechos).

7. Escribe para contentar únicamente a una persona. Si abres la ventana para hacerle el amor al mundo, o lo mismo para hablarle, tu historia cogerá una neumonía.

8. Dale a tus lectores toda la información posible lo más rápido posible. Para mantener el suspense. Los lectores deben tener una idea general de lo que está pasando, cómo y porqué, de modo que puedan acabar la historia ellos mismos; las cucarachas pueden comerse las últimas  páginas.

Más consejos de Kurt Vonnegut

Los mejores argumentos son siempre bromas fantásticas que la gente se cree una y otra vez.

● Alguien se mete en un lío y luego sale de él; alguien pierde algo y lo recupera; alguien es víctima de una injusticia y se venga; Cenicienta; alguien empieza a ir cuesta abajo y así continúa; dos se enamoran, y mucha gente se entromete; una persona virtuosa es acusada falsamente de haber pecado; se cree que una persona pecadora es virtuosa; una persona se enfrenta a un desafío con valentía, y tiene éxito o fracasa; una persona miente, una persona roba, una persona mata, una persona fornica.

● Le garantizo que no hay ninguna estructura en un relato moderno, incluso si no tiene trama, que aporte satisfacción genuina al lector si no se introduce alguna de estas tramas antiguas. No creo que las tramas deban considerarse tanto como representaciones precisas de la vida, sino como modos de hacer que los lectores sigan leyendo.

● Cuando enseñaba creación literaria, les decía a los estudiantes que hicieran que sus personajes quisieran algo enseguida, aunque sólo fuera un vaso de agua. Los personajes paralizados por la falta de sentido de la vida moderna todavía tienen que beber agua de ves en cuando. Uno de mis estudiantes escribió una historia sobre una monja a la que se le quedaba un trozo de hilo dental entre dos muelas izquierdas inferiores, y que no podía sacárselo en todo el día. Me pareció fantástico. La historia trataba de temas mucho más importantes que el hilo dental, pero lo que mantenía la atención de los lectores era la ansiedad sobre cuándo se sacaría finalmente el hilo. Nadie conseguía leer la historia sin rebuscar en la boca con el dedo.

● Cuando se excluye la trama, cuando excluyes el deseo de alguien en relación a algo, excluyes al lector, lo cual es muy malvado. También puedes excluir al lector no diciéndole inmediatamente dónde sitúo la historia, y quién es la gente…

● Y puedes sacrificarlo al no enfrentar nunca a ciertos personajes entre ellos. A los estudiantes les gusta decir que no representan enfrentamientos porque a la gente le gusta evitar los enfrentamientos en la vida moderna. La vida moderna es muy solitaria, dicen. Pero eso es pereza. Es tarea del escritor representar enfrentamientos, para que los personajes digan cosas sorprendentes y reveladoras, y educarnos y entretenernos a todos. Si un escritor no puede o no quiere hacer eso, debería retirarse del oficio.




Kurt Vonnegut. Kurt Vonnegut Jr. (Indianápolis, 11 de noviembre de 1922-Nueva York, 11 de abril de 2007) fue un escritor estadounidense, cuyas obras, generalmente adscritas al género de la ciencia ficción, participan también de la sátira y la comedia negra.








Comentarios

Entradas populares