Welcome
La vecina de planta baja tiene una
puerta exactamente como todas las demás. La diferencia radica en una alfombra
externa, graciosa y colorida que reza la palabra bordada “Welcome”. Pero a ella
no la visita nadie. Me lo dijo un día en que me contó su vida en unos quince
minutos. No tiene a nadie. Nadie viene a verla. Habla tan alto que los vecinos
la evitan.
Una vez conversaba con una vecina en
un tono de voz tan molesto, que otra vino a reclamar porque no la dejaba
descansar la tertulia.
Nadie la visita.
Pero tiene una alfombra que dice
“Welcome”.
No siempre las alfombras muestran la
verdad.
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