Pronóstico reservado




Yo tampoco tengo nada que ofrecerte,

Tan solo mi tiempo despojado,

Mis manos en tu espalda, el silencio de mis gritos,
Detener mi reloj de arena,
cambiar la ironía de mis versos
y escribirlos después de que mi lengua,
como escalpelo,
meticulosamente dibuje tu sonrisa.
No tengo mucho, si acaso,
un ocaso de amores derrotados,
el augurio de nuevas alboradas,
la búsqueda de una luz que te queme entre mis brazos.
Tal vez algo del néctar de unos besos no robados,
una historia que revindica hogueras apagadas
y mis manos inquietas que, a contraviento,
retozan sobre tus hombros
No hay mucho que esperar en mis pronósticos,
me falla la memoria cuando estoy herida.
Soy una extraña entidad que muerde los ponientes
antes de que la luz se suspenda sobre el cielo,
viciosa de la vida, asesina de las dudas,
decapitando obstáculos,
sumergiéndose en los riesgos de alcanzar la sabiduría,
mientras me duermo enroscada
en la tibieza de tu cuerpo.

Comentarios

rotko dijo…
me ha gustado tu poema
muy bien...
y las fotos de los otros
demuestran buen gusto
saludos

Entradas populares