De cepa intensa



Un solo paso. Lento. No hay prisa.
En la suela de sus zapatos se asienta el desafío del que me vende un solo gramo de apetito.
Una vez cerca, sus ojos lanzan las redes que capturan mis movimientos.
Me congelo y su voz me inunda de una pócima derretida de palabras que unta con secreteos y convierten mi pudor en audacia.
Aplica la dosis perfecta. Una sonrisa medio niña, medio perversa. El sortilegio va goteándome como un sudor genuino y vedado y me refresca como ese viento que siento a diario cuando su voz acaricia mis tempranas horas.
En esta invasión se me despedazan los minutos posteriores e importa poco un mañana.
Tiembla mi paladar. Él es como un vino con cuerpo, de cepa intensa, un trago de magia volátil que bebo segura y dispuesta, destrozando en cada sorbo, los prejuicios.
Lo sabe. Me sabe. Por ello deja la huella digital de su mirada entre mis cejas para que, una vez lejos de mí, sea improbable olvidarle.
Cuando viene a mi, se activa la modesta complicidad de lo prohibido y yo, declino y le hago reverencias a sus manos, puentes que extiende y me invitan a convertirme en una confesa fugitiva.

Comentarios

Hechi dijo…
jejeje me he ido a crear una cuenta para poder comentarte y resulta que ya tenía, No he podido acceder aún a poetrizas parece que me tiene que dar de alta el administrador pero ya han pasado días me parece raro. Por cierto, cada día escribes mejor, sabes el gusto que me da perderme de nuevo en tus letras???
http://hechiceradeluna.blogia.com/

Entradas populares