EN LA MINUSCULA INGENUIDAD DE MI PECADO

Ya no es tal
la minúscula ingenuidad
del pecado mordido

si yo fuera Dios
adelantaría el momento en que desciendo

inútil el adorno que despliego suspendida

necesario el embeleso que produzco
después de la caída.

Comentarios

Ivan dijo…
Hola, dice lo necesario tu poema, aunque no coincido en que la ingenuidad sea pequeña, mucho menos el pecado. Buen vuelco diste en el primer verso, de ahí que estamos en la coincidencia.
Un beso Acuarela, te dejé mi minúscula opinión.

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