CAREO




no me engañas
con tu insomnio invencible
tu enigma contradictorio
que despedaza
en una noche
todos los puntos cardinales

conozco de tu inclemencia
y ese carácter demente
con que te exhibes
luna ramera
mostrando a unos la blasfemia
y a otros
la prolongación
de tu sortilegio

eres como el arrebato
que desembarca
en la boca del ingenuo

lo mismo enterneces el aullido de plata
que traspasas los atriles del miedo
mostrando a tu amante iluminado
mientras te ocultas
jugando
en el otro lado del mundo

revélame la identidad
con que traes tus demonios increados
girando como trompos

yo
que detesto los silogismos
te espero con la brújula contemplativa
que refleje
que los míos
ya están domesticados



Comentarios

Lucía dijo…
Las distintas interpretaciones de una misma cosa, según quien la vea y sus circunstancias.
Me gustó este poema.

Saludos
Marcia dijo…
Estuve por aquí Acua.

Buen poema, con mucha fuerza.

Un abrazo

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