Procedimiento para discutir y destruir una relación



“Cómo se cumple el mal:
qué pronto
qué puntualmente
los hombres
son turba”
José Watanabe


Antes de comenzar, tómese un tiempo para pensar en los tópicos que van a ventilarse. No se enfrasque en el tema actual, es perder la oportunidad.

Mientras piensa, coloque agua en un bol y deje que hierve. En un colador, vierta los ingredientes para un té. Agregue primero la discordia, solo un toque, esto suma dramatismo al conflicto. Busque bajo su manga ofensas dichas en el pasado. De no encontrar ninguna porque su relación es falsamente perfecta, invéntela. Siempre encontrará recuerdos de historias del pasado del otro. Son perfectas para girarlas en su contra, con un poco de cinismo, por supuesto. Un ejemplo clásico para ilustrar lo anterior podría ser que si su pareja sufrió un abandono anterior, cúlpelo de ello, nada tan eficaz y explosivo como voltear el cuento con la intención de herir profundo.

Revuelva bien sobre el colador una gran cantidad de circunstancias pasadas, aprisione contra el colador para sacar bien el zumo.

Aparte la comprensión, si aparece en la mezcla y aumente el nivel de la ira. No permita que se enfríe la tisana antes de incluir en ella la opinión malsana de terceros. Esto es muy importante. Los elementos externos condicionan cualquier discusión, tornándola agridulce. De esta forma se coloca en segundo plano el punto focal de la conversación y el desvío sirve para exacerbar un poco más los ánimos.

Ralle sobre el contenido, un pedazo de culpa fresca. Si no la posee propia, dispare hacia el otro. Funciona como detonante para aumentar la crisis en el contenido hasta el final de la plática.

Evite añadir palabras  como “disculpa”, “perdón”, “me equivoqué” o la típica frase del incumplimiento “no volverá a suceder”. Podrían ocasionar el efecto contrario reconciliador.

En este punto, el brebaje está suficientemente amargo. Para endulzar, coloque una cucharada rasa de auto compasión. Esto equilibra la acidez anterior. Revuelva lentamente.

Beba despacio, sin pausa hasta el final. Si sigue los pasos minuciosamente, obtendrá los resultados esperados.

Repita el procedimiento si es necesario y no exceda la dosis recomendada.


Comentarios

Darío dijo…
Sos muy genia, siempre.
nadie supone que tiene un revoltijo en la azotea, ni borra de café en el corazón, la confusión es una salsa mediocre anuciado en el menú como primer plato. Me gustó tu texto, "Acua", después de tanto tiempo de no leerte. Abrazo
GEORGIA dijo…
oh lo que se pierde uno por alejarse de los blogs, buen texto...

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