Yo, pecadora





Yo, pecadora, me arrepiento de mi inmenso error,
de haberme asido de una mano indecisa,
de mi pretensión de futuro feliz, de mi irreverencia.
Pido perdón por los ratos de ternura que regalé,
por mis ojos húmedos, por mi inocencia.
Me culpo de extraer lo ajeno
y asumo las consecuencias de mi hurto.
Castiguen mi osadía como quieran,
no volveré a pedir absolución otra vez.
Acepto mi culpa y mi castigo, se que lo merezco.
Y en este acto de contrición,
les juro que no caeré de nuevo en tentación alguna.
Hoy devuelvo el botín a su origen.
No más pecado, no inventaré más besos nuevos.

Comentarios

Entradas populares