Muerta de frío


Nunca comimos fresas con crema.
Nos faltó el tiempo.
Ese amor, como un trapecio,
osciló en los vaivenes de un columpio,
dejándome muerta de frío.
Quedé sin puntos cardinales
en una bitácora que, en sus derivas,
esperaba por sus letras,
sentada a un costado de su orilla.
Sí, muerta de frío.
Pero estoy segura,
dejé cubiertos todos sus espacios,
todos sus vacíos.

Comentarios

Entradas populares