Germina

Soplaré suave sobre las semillas dispuestas. Lluevo ya, llovizno.
Y esa humedad estimula, sin remedio, la aparición de los brotes.
Me tiemblas dentro, como las cuerdas de tu guitarra cuando tocas para mi.
Ya se oyen bajo la tierra las diminutas percusiones de tus plantas que saben a dulce cosecha.
Germina. Vive. Respírame.
Cierra los ojos y siente. La semilla está en ti.
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