Veredicto



Yo solo se que ha muerto.
Que ha sido mi bisturí inquisitorio
el que lo ha asesinado.
Pero fue primero él quien cometió el atentado.
En defensa propia –dije-
Y esperé el veredicto en el estrado.
Después de tanto ritual inútil,
de tanta dualidad que se disfraza,
por fin hallamos la evidencia,
se puso al descubierto su coartada.
Fue estricta la sentencia,
me arrojó al pozo de las fieras,
para que callara.

Comentarios

Juan Carrizo dijo…
bellísimas rimas són mis predilectas, decires profundos en consonacias,con la voz de agua.y el contraste amargo de la justicia ciega,que te colgo de la rama,se comió los frutos
y al foso de las,fieras
echó el alma
Delicadamente accesible tu escritura del alma, hermana, pasara por ella me hace bien y es un buen camino para mí. Mi afecto.

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